Especie conocida principalmente en el Perú y que en los últimos años ha tomado importancia económica. Fue domesticada y cultivada utilizando su raíz tuberosa como alimento fresco, de sabor dulce, refrescante y con propiedades antidiabéticas. Restos arqueológicos (cerámica, textiles y restos de raíces) de las culturas Nazca (500 ac. – 700 dc), Paracas (1,500 – 500 ac y Mochica (500 ac – 700 dc), desarrolladas en la costa peruana, así como la cultura Candelaria del noroeste argentino, lo confirman.
.
Del vocablo quechua llaqón (su agua), también conocida en Aimara como aricoma o jicoma, es originaria de la vertiente oriental de los Andes y valles interandinos, principalmente en Perú. Es común encontrarla en los huertos familiares y alrededor de los campos o en asociación con otras especies tales como maíz (zea mais) y frijol (phaseolus vulgaris); sin embargo posee un amplio rango de distribución, desde Venezuela hasta Argentina, expandiendo su cultivo a zonas agro ecológicas tropicales altas. Su hábitat natural varía entre los 1000 - 2,500 m de altitud. Requiere humedad en las primeras etapas de crecimiento, pero después puede soportar períodos de sequía así como temperaturas altas y mínimas de 4-5º C. Para producir raíces comestibles necesita suelos profundos, ricos y bien drenados. En el Perú se cultiva actualmente desde el norte hasta el sur del país.
Pertenece a la Familia Asteraceae (Compositae), hierba perenne que puede medir hasta 2.5 m. de altura, hojas laminares simples palmatinervias de color verde con abundante pubescencia en el haz y en el envés, tallo exhuberante cilíndrico, piloso y hueco, de color verde. Flores visibles a partir de los 4 – 5 meses después de la plantación, de color amarillo o anaranjado, inflorescencia racimosa de tipo cabezuela en capítulo con un promedio de 10 flores por planta, con 5 sépalos por flor. Posee dos tipos de raíces: fibrosas y reservantes. Las raíces fibrosas son muy delgadas y su función es fijación de la planta al suelo y la absorción de agua y nutrientes. Las raíces de reserva son engrosadas, fusiformes, ovadas, existen diferentes formas hortícolas, tales como la blanca, anaranjada y morada. Entre las labores más importantes para su cultivo está la propagación exclusivamente asexual, encontrándose seis formas 1) Por porciones de cepa 2) Por brotes enraizados en la cepa 3) Por estacas 4) Por nudos individuales 5) Por tallos enteros 6) In Vitro, siendo las más usadas las dos primeras.
El período vegetativo varía entre 8 y 9 meses dependiendo del ecotipo y lugar de siembra; se puede cultivar todo el año, pero se restringe básicamente a la época de lluvias (Octubre a Diciembre). La pubescencia de las hojas evita que los insectos se alimenten y transmitan plagas y enfermedades importantes. El rendimiento de raíces varía entre 20 y 50 Tm/Ha y es considerado un producto perecible después de cosechado. El precio en campo es de 0,13 euros/kg (S/. 0,50 Nuevos soles), pudiendo llegar a los mercados de Lima a 0,38 euros/Kg /(S/.1,50 Nuevos soles). Las hojas también son comercializadas, principalmente para forraje y para la elaboración de tisanas.
El Yacón se cultiva actualmente en Nueva Zelanda, Japón, República Checa, China, Corea, Estados Unidos, Brasil, Paraguay y Taiwán. Es en Japón donde radica su mayor estudio y comercio.
Como elaboración de productos derivados de esta especie podemos mencionar refrescos, miel y tisanas (de hojas), teniendo otras alternativas de industrialización tales como: hojuelas, jarabe, pasas.
Numerosos estudios demuestran la presencia de altas concentraciones de Oligofructanos en las raíces, fundamento importante para considerar a esta especie como fuente de azúcar natural para el control de la diabetes.